jueves, 28 de noviembre de 2013

Cálidas mañanas de noviembre


En las cálidas mañanas de noviembre
mientras el cielo se viste de gris,
los árboles se van desnudando
haciendo su lecho de follaje.
El viento frío del norte
entra susurrando al amanecer,
reclamándole su poder al invierno
para vestirlo todo de blanco.

Mientras tanto, los dos contemplamos
como van cambiando los colores,
de nuestro noviembre y sus mañanas
envolviéndonos del palpitar de sensaciones,
que nos hacen soñar,
en nuestro despertar calmado.

Humeante el café reposa en la taza,
los cristales de las ventanas
se orlan con el vaho de nuestros cuerpos
en silencio, los dos nos miramos.
Y en las mañanas de noviembre cálidas,
el sol nos invita a caminar
entre el follaje y la hojarasca,
cogidos de la mano,
serenamente,
como dos eternos enamorados
caminando por la vida,
en un mismo destino.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

El valor de Desperaux



La vida no siempre es fácil pero, hay momentos, personas, viajes, películas o, incluso, libros, que pueden darnos algo, no tangible, pero tremendamente útil con lo que enfrentar las dificultades. De entre los libros, quiero hablar ahora de uno: Despereaux, de Kate DiCamillo, editado bajo el sello de Noguer en 2003. Sería más sencillo acudir a la película, una cinta de animación que seguro que les encanta a los niños. A veces no es mala opción. En este caso se perderían muchas cosas por el camino: la belleza de las palabras y las imágenes que son capaces de dibujar ellas solas. No me refiero a la imagen de los personajes, sino a la de su alma. Son palabras que dibujan el valor, la amistad… pero también el dolor, el miedo y la envidia que pueden llevar a envolver a las personas en una oscuridad interior difícil de romper, pero que puede hacerse, y disolver esa oscuridad sólida y dura con algo similar a la redención. Hay algo más que solo puede darte el libro: la posibilidad de leérselo a tus hijos, capítulo a capítulo, cada noche, y hacer real esa magia de las letras que atrapa los corazones de los niños y les hace sentir héroes, igual que Despereaux.

Para hacer las presentaciones como es debido hay que explicar que Despereaux es un pequeño ratón, muy pequeño y orejudo que, como Don Quijote, sueña con ser un caballero andante después de enamorarse de los libros y de la bella luz que emana de la Princesa Guisante. La vida no le ha tratado bien, sabe qué es ser despreciado, sabe qué es que no le quieran a uno, y ser perseguido y humillado, mutilado, pero también ha descubierto el amor, y por ese amor, el valor. A pesar de ser un tan insignificante ratoncillo, por ese amor se enfrenta valientemente a aterradoras situaciones.

Aunque es un cuento infantil, sin lugar a dudas muchos adultos se quedarán prendados de él, porque no es un libro de fantasía al uso, edulcorado sin razón. A lo largo de la historia de Despereaux hay muchas más historias. Las otras historias, las de los otros personajes que le acompañan, que se cruzan en su camino y que tienen tras de sí sus propias historias, que les han llevado a ser como son, y a hacer las cosas que hacen. En la narración hay momentos duros, situaciones dramáticas que hacen ver y sentir las cosas oscuras que se esconden en los corazones de las personas, pero están tratadas de tal manera que no hieren. No dañan. Enseñan.

Aunque está clasificado como un libro para niños, es una de esas pequeñas joyas capaces de aportar valores muy profundos se tenga la edad que se tenga. No es de los más conocidos, pero una vez que lo leas será de los que tengas en tu corazón, en el lugar reservado a los tesoros.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Los 20 euros


Una profesora en clase saca de su cartera un billete de 20 euros y lo enseña a sus alumnos a la vez que pregunta: “¿A quién le gustaría tener este billete?”. Todos los alumnos levantan la mano.
Entonces la profesora coge el billete y lo arruga, haciéndolo una bola. Incluso lo rasga un poquito en una esquina. “¿Quién sigue queriéndolo?”. Todos los alumnos volvieron a levantar la mano.

Finalmente, la profesora tira el billete al suelo y lo pisa repetidamente, diciendo: “¿Aún queréis este billete?”. Todos los alumnos respondieron que sí.

Entonces la profesora les dijo:

“Espero que de aquí aprendáis una lección importante hoy. Aunque he arrugado el billete, lo he pisado y tirado al suelo… todos habéis querido tener el billete porque su valor no había cambiado, seguían siendo 20 euros.

Muchas veces en la vida te ofenden, hay personas que te rechazan y los acontecimientos te sacuden, dejándote hecho una bola o tirado en el suelo. Sientes que no vales nada, pero recuerda, tu valor no cambiará NUNCA para la gente que realmente te quiere. Incluso en los días en los que sientas que estás en tu peor momento, tu valor sigue siendo el mismo, por muy arrugado que estés”.

los 20 euros Los 20 euros

¿Tu esposo te hace feliz?


En cierta ocasión durante un seminario para matrimonios, le preguntaron a una mujer:
- ¿Te hace feliz tu esposo?¿Verdaderamente te hace feliz?

En ese momento el esposo levantó ligeramente el cuello en señal de seguridad, sabía que su esposa diría que sí, pués ella jamás se había quejado durante su matrimonio. Sin embargo la esposa respondió con un rotundo:

- No … no me hace feliz

Y ante el asombro del marido continuó:

- No me hace feliz, ¡Yo soy feliz! … El que yo sea feliz o no, eso no depende de él, sino de mí. Yo soy la única persona, de quien depende, mi felicidad. Yo determino ser feliz en cada situación y en cada momento de mi vida, pues si mi felicidad dependiera de alguna persona, cosa o circunstancia sobre la faz de esta tierra, yo estaría en serios problemas.
Todo lo que existe en esta vida, cambia continuamente. El ser humano, las riquezas, mi cuerpo, el clima, los placeres, etc. Y así podría decir una lista interminable. A través de toda mi vida, he aprendido algo; decido ser feliz y lo demás lo llamo ‘experiencias’: amar, perdonar, ayudar, comprender, aceptar, escuchar, consolar.

Hay gente que dice:
- No puedo ser feliz … porque estoy enfermo, porque no tengo dinero, porque hace mucho calor, porque alguien me insultó, porque alguien ha dejado de amarme, porque alguien no me valoró, etc.
Pero lo que no sabes es que, PUEDES SER FELIZ aunque estés enfermo, aunque haga calor, aunque no tengas dinero, aunque alguien te haya insultado, aunque alguien no te ame, o no te haya valorado.

Ser feliz es …UNA ACTITUD ANTE LA VIDA, QUE CADA UNO DECIDE!

viernes, 22 de noviembre de 2013

¿Existe el Mal?


Un profesor universitario retó a sus alumnos con esta pregunta: – ¿Dios creó todo lo que existe?
Un estudiante contestó valiente: -Sí, lo hizo. – ¿Dios creó todo? -Sí señor, respondió el joven.
El profesor contestó: -Si Dios creó todo, entonces Dios hizo al mal, pues el mal existe, y bajo el precepto de que nuestras obras son un reflejo de nosotros mismos, entonces Dios es malo.
El estudiante se quedó callado ante tal respuesta y el profesor, feliz, se jactaba de haber probado una vez más que la fe Cristiana era un mito.

Otro estudiante levantó su mano y dijo: – ¿Puedo hacer una pregunta, profesor?
-Por supuesto, respondió el profesor.

El joven se puso de pie y preguntó: -¿Profesor, existe el frío?
- ¿Qué pregunta es esa? Por supuesto que existe, ¿acaso usted no ha tenido frío?

El muchacho respondió: -De hecho, señor, el frío no existe. Según las leyes de la Física, lo que consideramos frío, en realidad es ausencia de calor. Todo cuerpo u objeto es susceptible de estudio cuando tiene o transmite energía, el calor es lo que hace que dicho cuerpo tenga o transmita energía. El cero absoluto es la ausencia total y absoluta de calor, todos los cuerpos se vuelven inertes, incapaces de reaccionar, pero el frío no existe. Hemos creado ese término para describir cómo nos sentimos si no tenemos calor.

-Y, ¿existe la oscuridad?” continuó el estudiante.
El profesor respondió: -Por supuesto.

El estudiante contestó: -Nuevamente se equivoca, señor. La oscuridad tampoco existe. La oscuridad es en realidad ausencia de luz. La luz se puede estudiar, la oscuridad no; incluso existe el prisma de Nichols para descomponer la luz blanca en los varios colores en que está compuesta, con sus diferentes longitudes de onda. La oscuridad no. Un simple rayo de luz rasga las tinieblas e ilumina la superficie donde termina el haz de luz. ¿Cómo puede saber cuan oscuro está un espacio determinado? Con base en la cantidad de luz presente en ese espacio, ¿no es así? Oscuridad es un término que el hombre ha desarrollado para describir lo que sucede cuando no hay luz presente.
Finalmente, el joven preguntó al profesor: -Señor: ¿existe el mal?
 amanecer ¿Existe el Mal?
El profesor respondió: -Por supuesto que existe. Como lo mencioné al principio, vemos violaciones, crímenes y violencia en todo el mundo, esas cosas son del mal.

A lo que el estudiante respondió: – El mal no existe, señor… o al menos no existe por si mismo.
-El mal es simplemente la ausencia de Dios… es, al igual que en los casos anteriores un término que el hombre ha creado para describir esa ausencia de Dios. Dios…. no creó el mal. No es como la fe o el amor, que existen, como existe el calor y la luz. El mal es el resultado de que la humanidad no tenga a Dios presente en sus corazones. Es como resulta el frío cuando no hay calor, o la oscuridad cuando no hay luz.

Entonces el profesor, después de asentar con la cabeza, se quedó callado.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

El arrepentimiento

Jenny pensó que sus padres no le darían permiso para irse de fiesta con unos amigos, de manera que les mintió y les dijo que iba al cine con una compañera. Aunque se sintió un poco mal porque no les dijo la verdad, tampoco le dio muchas vueltas al asunto y se dispuso a divertirse.
La pizza estuvo bien y la fiesta genial : al final su amigo Pedro que ya estaba medio borracho, la invito a dar un paseo, pero primero quiso dar una fumadita… Jenny no podía creer que él estuviera fumando eso, pero aún así subió al coche con él.
De repente Pedro comenzó a propasarse. Eso no era lo que Jenny quería del todo.
“Tal vez mis padres tienen razón” – pensó-;
“quizás soy muy joven para salir así. ”
“¿Cómo pude ser tan tonta?”
“Por favor, Pedro -dijo- llévame a casa, no me quiero quedar
Molesto, Pedro arrancó el coche y comenzó a conducir a toda velocidad. Jenny, asustada, le rogó que fuera más despacio, pero mientras más ella le suplicaba, más él pisaba el acelerador. De repente, vio un gran resplandor.
“Oh, Dios ayúdanos.
¡Vamos a chocar!
El arrepentimiento El arrepentimiento
Ella recibió toda la fuerza del impacto, todo se puso negro.
Semi-inconsciente, sintió que alguien la saco del coche retorcido, y escucho voces:
¡llamen a la ambulancia! “Estos jóvenes están en problemas”.
Le pareció oír que había dos coches involucrados en el choque.
Despertó en el hospital viendo caras tristes. “Estuvistes en un choque terrible”, – dijo alguien -
En medio de la confusión se enteró de que Pedro estaba muerto.
A ella misma le dijeron “Jenny, hacemos todo lo que podemos, pero parece ser que te perderemos a ti también”.
¿Y la gente del otro coche? – Preguntó Jenny llorando -
“También murieron” le contestaron.
Jenny rezó: “Dios perdóname por lo que he hecho, yo sólo quería una noche
de diversión.
Y dirigiendose a una de las enfermeras pidió:
“Por favor, dígale a la familia de los que iban en el otro coche que me perdonen que yo quisiera regresarles a sus seres queridos.
Dígale a mi mamá y a mi papá que lo siento, porque mentí, y que me siento culpable porque varios hayan muerto.
Por favor enfermera, ¿Les podrá decir esto de mi parte?.
La enfermera se quedó callada, como una estatua.
Instantes después, Jenny murió.
Un hombre cuestionó entonces duramente a la enfermera:
“¿Porque no hizo lo posible para cumplir la última voluntad de esa niña?”
La enfermera miró al hombre con ojos llenos de tristeza, y le dijo:
“Porque la gente en el otro coche eran su papá y su mamá que habían salido a buscarla”.